Kostya (el hombre que quiso)
Estreno: 5 de febrero 2025
Autoría, dirección, producción e interpretación: Rubén Ochandiano
A partir de la obra de Antón Chéjov “La Gaviota”
- Ayudantía de dirección y producción: Jano Sanvicente
- Producción: Mónica Regueiro
- Diseño de sonido y proyecciones: Saúl Barceló
- Ayudante de Producción: Andrés García Gómez
- Coordinación: Mariaje de Higes
¿Qué pasaría si Kostya hubiera sobrevivido al final de “La gaviota”? Ésta es la premisa con la que Rubén Ochandiano revisita el famoso texto de Chéjov, escrito en 1896 y considerado una de las grandes obras de la historia del teatro.
Tras pegarse un tiro al final del célebre drama de Chejov, inexplicablemente, Kostya sobrevivió. Hoy, veinte años después, Konstantin Gavrilovich es un escritor de mediana edad que reflexiona acerca de su vocación, el arte y los fantasmas que habitan su existencia: su madre, Boris Trigorin y, por supuesto, Nina.
– Rubén Ochandiano:
“En 2011 dirigí La Gaviota de Chéjov, y la representamos durante un año. Fue una experiencia maravillosa. Desde que trabajé el texto en la escuela, se convirtió en mi favorito, pero al montarlo y dirigirlo confirmé que es una obra inagotable: siempre hay nuevas capas por descubrir.
Quedé tan fascinado con la pieza que desde entonces he viajado por el mundo viendo distintos montajes de La Gaviota. También he intentado producir otras grandes obras de Chéjov, como Las tres hermanas o El jardín de los cerezos, pero son textos complejos, con muchos personajes, lo que hace que solo teatros públicos puedan asumir su producción.
Hubo momentos en los que estuve a punto de interpretar a Kostya en otras adaptaciones, pero nunca se concretó. Ese anhelo latente fue el germen de Kostya (El hombre que quiso)”.
Reseñas de prensa
Tarántula Revista Cultural (Luis Muñoz Díez)
“El trabajo que nos presenta Ochandiano es imperdible. “Kostya, el hombre que quiso”. Y sí, Rubén Ochandiano, tú puedes.”
PrensaSocial (Luis de Luis Otero)
“Encerrados en una obra de teatro que es refugio y mazmorra sin candado ni pared, Rubén y Kotsya, Kotsya y Rubén, se viven y se reviven, se desmenuzan y analizan, mientras, en caudal, su conciencia fluye buscando asidero o razón”.